domingo, 25 de febrero de 2018

ALGUNOS DE NUESTROS PEQUEÑOS PLACERES...

         Aquí dejamos algunos de los textos del alumnado de 2º de ESO en donde se nos desvelan pequeños placeres cotidianos...(¡también sirvieron para repasar la morfología!)



Ayer me dio por pensar en los pequeños placeres de la vida, en esos momentos en que conseguimos entrar en un estado de bienestar corporal o mental por llevar a cabo acciones simples o cotidianas. Así pues, he decidido pasar a papel el resultado de analizar algunos momentos de mi vida en los que disfruto de algo sencillo, incluso tonto y una leve sonrisa se desdibuja en mi boca, ya que creo que será una buena forma de volver a revivirlos y disfrutar.

SALTAR SOBRE MI CAMA

Cuando salto sobre mi cama siento una satisfacción casi indescriptible. No es un salto cualquiera, es “el salto”. Tomo aire, cojo impulso y me dejo caer sobre la cama mullida y con cojines que me recibe de golpe y donde después de dar pequeños rebotes quedo espatarrado. En definitiva, es un momento de relax único.

MIS CALCETINES CALENTITOS

Tengo un cajón lleno de calcetines que utilizo habitualmente para vestir, pero entre todos ellos hay un par que está entre mis favoritos y son mis “calcetines calentitos”. Los llamo así porque la sensación que siento cuando me los pongo es tan agradable y cálida que les hace merecedores de ese título. Son los que me gusta usar por la noche cuando me voy a dormir, son suaves y esponjosos, aunque no sé exactamente de qué material están hechos. Por eso dará igual que me destape mientras duermo, porque mantendrán mis pies calientes y a salvo de amanecer congelados sobre todo en invierno.

LA MANTA

Otra de las cosas que me da un enorme placer es abrazar una manta que tenemos en casa. Una de esas para usar en el sillón mientras ves la tele, gordita como la lana de oveja por un lado y aterciopelada por el otro. Sentir su roce en mi cara y desaparecer debajo de ella en estos días fríos me da un gustazo tremendo, hasta me la llevo puesta encima, en forma de capa, a todas partes de la casa mientras mi madre rompe el momento mágico diciéndome que la voy a terminar ensuciando por arrastrarla o que me puedo caer por pisarla

OLOR A GASOLINA

Ya sé que puede parecer algo absurdo que me produzca placer el olor a gasolina, pero yo soy así, un poco rarito. El momento en que voy con mi madre a la gasolinera y va a repostar gasolina sin plomo noventa y ocho (con mi padre no sirve porque su coche es de gasoil), soy el primero que saca la cabeza por la ventanilla, cierra los ojos y espera que ese olor tan peculiar llegue hasta mi cerebro a través de mis fosas nasales.
No obstante, no soy el único que disfruta de este momento pues a mi madre también la veo que pone cara de estar pensando: ¡mmmm qué rico huele!
Creo que podría seguir describiendo muchos más pequeños placeres de mi vida cotidiana, pero… tampoco hay que desvelarlos todos hoy.
                                               Samuel Ortega González 2ºD

                   

 MARAVILLOSOS VIERNES


     Hoy es viernes y aunque parezca una tontería, los viernes tienen algo especial porque son   únicos y diferentes , tienen un color vivo y  es por eso que cuando llegan, soy feliz.  Ese quinto día de la semana, desconecto del ajetreo semanal y me libero de las presiones ya que no dependo del tiempo para hacer lo que más me gusta qué es  jugar al fútbol.
    Cuando llega el jueves, noto el olor del viernes y es algo que no puedo describir.         No obstante, no quiero , ni debo  quitarle protagonismo a los lunes, martes, miércoles ...ya que  en definitiva son el camino que tengo que recorrer para llegar a mi destino; "los viernes".
    Apenas quedan  unas horas para que llegue, así pues, estoy rozando mi gran día...
¡Qué maravilla !

                                                       Enzo Garrido Rodríguez 2ºC


miércoles, 7 de febrero de 2018

ACTIVIDAD SUBENOTA: EL PLACER DE APLICAR LA MORFOLOGÍA.

   Volvemos a retomar las actividades "subenota" y lo hacemos planteando una que se asocia con el criterio 6 (SLCL0206), con la dichosa morfología. 
   Como sabemos que todo lo que tiene que ver con las cuestiones morfológicas de la lengua se nos hace cuesta arriba, ¡un mundo!, vamos a intentar convertirlas en un placer. Para ello tenemos que, en primer lugar, acercarnos al magnífico libro álbum Mis pequeños placeres de Raquel Díaz Reguera (en el enlace se puede acceder a una parte de la obra).
   Una vez hayamos disfrutado con sus textos, tendremos que -imitando a la autora- crear uno propio en el que además desvelar algún pequeño placer personal y derramar lenguaje poético,  tendremos que :

   -Utilizar correctamente los siguientes conectores textuales: por eso, en definitiva, ya que, aunque, así pues, no obstante.
   -Usar como mínimo un determinante de los siguientes tipos: numeral ordinal, posesivo, demostrativo, indefinido, exclamativo, artículo.
   -Abrir y cerrar el texto con un adverbio.

   Todo esto que se pide debe estar claramente señalado.


   Si quieres, puedes acompañar tu texto de una imagen y si para ti ser creativo o creativa es un placer...¡sorpréndenos!

miércoles, 10 de enero de 2018

NUESTRA PRÓXIMA ASMABLEA

¿Qué ocurre en nuestro recreo?


   Los recreos y patios de los centros escolares reproducen en muchas ocasiones estereotipos sexistas que perpetúan y fomentan, de manera inconsciente, la desigualdad.
   El tema de nuestra próxima asamblea versará sobre estos aspectos; para ello, antes de reflexionar e investigar sobre este asunto, tendrás que leer este artículo que aborda el tema de la desigualdad en los patios de colegios que puede ayudarte a enfocar tu mirada y tu análisis.
   Tras la lectura, emplea uno o varios recreos en observar qué es lo que ocurre en el patio y la cancha de nuestro centro. Para orientarte, te dejamos algunas cuestiones que pueden resultar de interés. Recuerda que no se trata de contestarlas, sino de reflexionar a partir de lo que respondas y, sobre todo, de lanzar propuestas reales y efectivas que promuevan un cambio en el IES Siete Palmas:


  • ¿Qué actividades se realizan en los recreos de nuestro centro?
  • ¿Quiénes participan en ellas?
  • ¿Qué espacios suelen ocupar las chicas? ¿Y los chicos?
  • ¿Chicas y chicos comparten alguna actividad, juego...durante la hora del recreo? ¿Cuál crees que es la razón?
  • Si has detectado alguna desigualdad en este espacio, ¿qué propondrías para cambiar nuestra realidad?
  • ¿Qué actividades coeducativas -que no segreguen por sexo- podríamos realizar en el recreo?
  • ¿Cómo podemos cambiar nuestras prácticas deportivas para hacerlas más igualitarias?
  • ...
   Échale un vistazo a la siguiente viñeta...y si te gusta haz una visita al blog  feminista ilustrada


Resultado de imagen
Imagen extraída del blog feminista ilustrada



miércoles, 29 de noviembre de 2017

NUESTRA PÁGINA DEL DIARIO DE GREG


    Después de trabajar en clase sobre el diario personal, hicimos una actividad que consistía en imaginar una página del diario de Greg en la que este expresara cómo se sentía al jugar con la consola. Así ha quedado el  trabajo de Nerea Rodríguez Quintero de 2º ESO D:


(30 de mayo 2 de 2016, lunes) Creo que finalmente hoy ha sido el mejor día de mi vida. Me encontraba muy cansado y aburrido en el sofá cuando mi padre abrió rápidamente la puerta. No me acordaba de que mi cumpleaños se acercaba, lo cual es muy extraño en mí, ya que siempre espero con ansias esa fecha para recibir los regalos y el dinero de mis parientes.

Mis cumpleaños no suelen ser tan divertidos… Primero, mi madre invita a la familia y a ningún amigo… ¡Qué es mi cumpleaños! Segundo, la familia no me pregunta qué quiero y me regalan lo que ellos creen y lo peor es que tengo 13 años y aún no saben mis gustos… ¡Y por si fuera poco, no soy el centro de atención! A veces siento que todos mis familiares me apartan como si fuese el último copo de nieve en derretir en un largo invierno.

Pero dejando ese tema atrás, papá me acaba de regalar un videojuego nuevo. ¡Por fin saben lo que deseo de verdad! Es que, cuando estoy jugando a la consola me adentró en el juego, soy el personaje que lucha sin fin en ese mundo inmenso, creo que me gusta ese universo paralelo porque tiene muchas vidas y si las pierdes las puedes recuperar; en la realidad solo tienes una oportunidad. Por eso siempre que puedo me conecto y me paso tardes enteras frente al televisor, mientras no esté mi madre porque siempre dice que debo sociabilizarme y no pasar tanto tiempo en casa con las cortinas bajadas. Si fuera por mí, la pasión que siento por este maravilloso entretenimiento inundaría entera la casa, pero mis padres no comprenden lo que siento…


martes, 14 de noviembre de 2017

ALGUNOS DE NUESTROS CÓMICS

    Aquí dejamos algunos de los cómics entregados como actividad subenota. ¡¡¡A disfrutarlos!!! Sus autores y autoras son: Ana Rasines, Nerea Rodríguez y Samuel Ortega de 2º ESO D.




jueves, 2 de noviembre de 2017

ACTIVIDAD SUBENOTA: CÓMIC LINGÜÍSTICO

Resultado de imagen de viñetas con polisemia


    ¿Te has dado cuenta de qué es lo que le está pasando al personaje principal de este cómic? ¿Te parece que si tuviera claro lo que es la polisemia le hubiera ocurrido lo mismo? ¿Y si hubiera tenido en cuenta el contexto?
    Después de haber estudiado en clase distintos fenómenos semánticos (sinonimia, antonimia, polisemia, homonimia, hiperonimia) somos más conscientes de la importancia del significado que tienen y pueden tener las palabras.
    En esta ocasión nuestra actividad subenota nos va a hacer reflexionar sobre el significado y lo va a convertir en el recurso principal de un cómic.
    La tarea consiste en crear tres pequeñas historias con forma de cómic, en cada una de ellas debe aparecer un fenómeno semántico de los estudiados que debe luego ser explicado y aclarado (si te atreves puedes crear un solo cómic en el que aparezcan los tres fenómenos juntos).
    Ten en cuenta que se valorará no solo el uso adecuado del fenómeno sino el efecto que se consigue usándolo (hace que nos riamos, hace que pensemos, hace que nos confundamos...).
    Con esta tarea se evaluará el criterio 7. Tanto el cómic como su contenido debe ser inventado (no vale plagiarlo) y lo que nos interesa es la reflexión que se ha tenido que realizar para utilizar el fenómeno semántico y no, por ejemplo cómo se ha dibujado (aunque si quieres también puedes esmerarte en la parte artística).
    Puedes entregar esta actividad subenota hasta el día 10 de noviembre.

    Si te interesa el mundo del cómic (especialmente el manga) ¡estás de suerte! Este fin de semana date un salto por INFECAR, allí se celebra: 

Festival de Manga de Las Palmas – Comic-Can 2017

    Si quieres más información pincha aquí

martes, 24 de octubre de 2017

AUTOBIOGRAFÍAS

    En este mes hemos estado escribiendo distintos textos literarios para intentar sentir el placer de crear pequeñas obras de arte.
    Entre las que se han entregado ha aparecido esta "joyita" que quiero compartir, la autora es Julia Ventura Acevedo de 2º ESO D. A mí me ha parecido estupenda  ¿y a ustedes?

Autobiografía literaria
               
                Abril. Ese fue justo el nombre que se le pasó por la mente a mi madre antes de tenerme ¿acaso tenía una obsesión con los meses del año? Porque para no tenerla si me había puesto finalmente Julia, ¿les tengo que hacer recordar que julio es un mes? no creo que sea necesario. Y la gota que colmó el vaso fue cuando nací en el mes de abril, ¿se imaginan una Abril que hubiera nacido en abril? porque yo no.
                Junio. Mes en el que llegué a la conclusión de que a lo mejor era demasiado perfeccionista para ser sólo una niña de cinco años, demasiado pequeña para coger las galletas de la alacena, demasiado pensativa para expresarme siempre de la misma manera y extremadamente autónoma como para creer que cruzar un paso de peatón sin ir de las manos de mis papás era sinónimo de libertad.
                 Julio. Pocas veces había desobedecido a lo largo de mi vida, pero no me gustó que abuela me mintiera diciéndome que las chispitas blancas hacían más dulce ese extraño líquido llamado café. Tendría que haber mantenido precaución antes de que la sustancia se deslizara por mi garganta como una cascada de aguas termales en mi boca. Estaba amargo, sí; estaba caliente, sí; estaba enfadada, también. Pero al tirar la taza al suelo no pensé que Murfi vendría y empezaría a lamerlo para luego empezar a correr por toda la casa. ¿Abuela, me perdonas?
               Agosto. No me gusta mi pelo y que mamá se empeñe en cortármelo como un niño no ayuda. Tampoco le encuentro una explicación a que me ponga trabitas en el flequillo si sé perfectamente que, aparte de que no me sujeta los mechones que me tapan la vista, eso no me hace más femenina. Pero no se lo diré porque no quiero que se ponga triste.
               Septiembre. Siempre me he preguntado por qué se dividen las gotas de lluvia al aterrizar en el cristal del coche, pero papá mantiene una conversación en este momento con mi yo distante y no quiero interrumpirlo con teorías de niña pequeña. Mariposas llenan mi estómago a medida que llegamos a nuestro destino, no quiero ir a un colegio nuevo.
                Octubre. Mis padres creen que pienso demasiado las cosas, que podría hacer mil hipótesis de una idea y que podría inventar un millón de colores más para el arcoíris. Creen que si mirara al cielo vería 999 dibujos más que toda la población de la Tierra. Que si mi mente tuviese alas ya estaría descubriendo nuevos sistemas solares y que si fuese un cometa, mi estela dejaría huella para siempre en el espacio. Pero, ¿y si deseara no pensar tanto?
                  Noviembre. Un extraño regalo me sorprendió en la mañana. Este respiraba y se encontraba en una cuna a un lado de mi cama. Con la tez morena y apenas cabello en la cabeza; con sus pequeñas y gorditas manos extendidas en la manta; con su respiración tranquila y exhausta y más abajo, un cartel que decía: Julia, te presentamos a tu nueva hermanita.
                 Diciembre. Me encontraba sentada en el banco de la parada de la guagua, esperando a que mi padre saliese de la tienda que estaba justo en la carretera de en frente. Un chico se sentó a mi lado y me encogí con timidez sobre mí misma por lo intimidante que me resultaba. Tenía los ojos de un azul tan profundo como el océano y vestía todo de negro, como si se escondiera de las sombras. Yo tendría unos once años cuando aquello pasó y era lo suficientemente observadora como para saber que ese chico huía de algo. También capté un pequeño tatuaje que sobresalía de una de sus muñecas, eran palabras; desde mi perspectiva no se apreciaba bien lo que tenía escrito, así que me acerqué aún más para intentar leer lo que decía. Él se percató de lo que estaba haciendo, así que, sin emitir sonido alguno, me tendió la mano para por fin saber qué decía y me sonrió. Minutos más tarde, papá volvió y me fui con él pensando en lo que acababa de leer: “La esperanza es el sueño de una persona despierta”. Oficialmente, se convirtió en mi frase favorita.
                    Enero. El arte era una parte esencial de mi rutina diaria, aunque vivir en una ciudad llena de coches, edificios y alboroto no era muy inspirador que digamos. Así que dibujaba y pintaba, mayoritariamente, cosas sin sentido. Un día me levanté con interés, así que comencé a mirar y a pensar con cautela en algún detalles que hiciera lógicas mis obras, hasta que les encontré un sentido racional y abstracto que con el tiempo se fue moldeando a través de mi forma de pensar.
                  Febrero. Nunca me paré a reflexionar en si a mi madre le gustaba escribir poemas y relatos cortos, pero sorprendentemente, así era. Puede que mi pasión por la literatura y todo lo referido al mundo de las artes como la fotografía, la pintura y la música fuesen heredadas de ella. Entonces yo también me planteé empezar a escribir; a escribir una historia, una novela. Quizás, y sólo quizás, eso haría quitarme un peso del alma.
                  Marzo. Volvía a acercarme al inicio y tenía doce años, sólo faltaba un mes para cumplir los trece y seguía teniendo mi singular característica, pensar demasiado. Así que aproveché esos años de existencia para volverme a replantear algo.

                    Podía jurar que ahora sí que me imagina a una chica llamada Abril nacida en abril y, Dios mío, cómo me gustaba ese nombre.